La medicina natural y sus terapias más conocidas
La medicina natural nos brinda la posibilidad de aprovechar los recursos naturales para cuidar nuestra salud. Es una buena opción para tratar y/o prevenir ciertas enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, la medicina natural o alternativa es considerada medicina tradicional.
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Índice de contenidos
¿Qué es la medicina natural?
La medicina natural, también conocida como medicina alternativa, incorpora una serie de prácticas orientadas a mejorar y estimular la capacidad curativa del cuerpo humano; y, por otro lado, también se utiliza para tratar o prevenir algunas enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un 80% de la población mundial acude a la medicina natural para tratar su salud. Este tipo de medicina se puede combinar con la medicina convencional. En China, por ejemplo, la medicina tradicional es muy utilizada, y representa casi el 40% de los servicios de salud.
La medicina natural se rige por tres principios básicos.
- La medicina alternativa no trata enfermedades sino personas. Cada paciente es tratado de forma individualizada y considerando las circunstancias de su vida; es decir, el ámbito físico, psicológico e, incluso, espiritual de cada persona.
- Uno de sus principales objetivos es potenciar la capacidad curativa del cuerpo humano. El médico naturista ayuda al paciente a lo largo del proceso curativo.
- Se deben utilizar remedios naturales y técnicas poco o nada agresivas para el cuerpo humano. Se utilizan aquellos remedios que nos proporciona la naturaleza y se evitan los artificiales. Algunos de estos remedios son la hidroterapia, la oxigenoterapia, las plantas medicinales o fitoterapia, la helioterapia y las terapias manuales como el quiromasaje, la osteopatía o la fisioterapia, entre otros.
Tipos de medicina natural
1. Homeopatía
La homeopatía es una rama de la medicina natural cuyo objetivo es que el mismo organismo genere defensas y encuentre un punto de equilibrio interno. Se administra pequeñas dosis en forma de gotas o glóbulos, compuestas medicamentos procedentes de la naturaleza. De todos modos, no son medicinas convencionales y su eficacia no está demostrada científicamente.
2. Magnetoterapia
La terapia magnética o magnetoterapia se basa en la aplicación de campos electromagnéticos sobre el cuerpo. Estos imanes producen cambios en la circulación sanguínea del organismo, y se utiliza para tratar osteoporosis, artritis, artrosis y fibromialgia, entre otras dolencias físicas.
3. Ozonoterapia
La ozonoterapia, también conocido como tratamiento con ozono, administra ozono médico (oxígeno y ozono) al organismo. Ayuda a tratar dolores crónicos y tiene propiedades antiinflamatorias, inmunoestimulantes y antisépticas.
4. Acupuntura
La acupuntura consiste en aplicar ampollas o inyecciones, normalmente con pequeñas agujas, en determinadas zonas del cuerpo, también llamadas puntos de acupuntura. Estas inyecciones tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a reparar las células dañadas. De forma habitual, se utiliza para tratar problemas de tendinitis, esguinces o dolores musculares, entre otros.
5. Hidroterapia
La hidroterapia es un tratamiento natural que utiliza el agua para tratar ciertas patologías o dolencias físicas. Está indicada para la preparación física, deportiva o quirúrgica; para la rehabilitación postoperatoria y para mejorar el tono muscular, la postura y el equilibrio, entre otros.
Naturopatía y medicina tradicional, ¿es lo mismo?
La naturopatía es otro de los términos con los que podemos hacer referencia a la medicina natural o alternativa. Como podemos ver, hay diversas formas mediante las cuales podemos hacer referencia a este tipo de terapias. El objetivo, a su vez, es estimular la capacidad curativa innata del cuerpo humano. La aromaterapia, las Flores de Bach, el Reiki, la medicina botánica y muchas otras terapias alternativas forman parte de esta categoría.
Cabe recordar que para someterse a cualquier tratamiento de medicina natural hay que diagnosticar previamente la dolencia y escoger la opción más adecuada a cada caso. La evidencia científica de estas técnicas es escasa; sin embargo, cada vez hay más personas que apuestan por remedios naturales en contraposición a la medicina convencional. El rechazo procede a raíz de los ingredientes que contienen los medicamentos químicos y la gran cantidad de efectos nocivos que tiene para la salud su consumo prolongado.