La espirulina, una de las reinas de los superalimentos
Cuántas veces habremos oído hablar de alimentos que curan todo tipo de males y enfermedades, y que son un pilar esencial en nuestra dieta. Estos alimentos son conocidos, actualmente, como superalimentos, y la espirulina es una de ellos. Incluso los amantes de lo healthy desconocen, en parte, la enorme cantidad de beneficios que tiene. Por eso queremos explicaros qué son estos manjares y cómo pueden ayudar a mejorar nuestra salud. Te animamos a echar un vistazo a nuestro Máster en Nutrición y Dietética, donde aprenderás sobre nutrición humana a todos los niveles.
Índice de contenidos
¿Qué es la espirulina?
La espirulina era desconocida hasta hace escasos años, pero el auge del concepto healthy y todo lo asociado a ello, ha ayudado a sacar de las sombras a este superalimento. Su primera mención en España fue en 1969, considerándola un alga. Pero se ha descubierto que, realmente, es una cianobacteria capaz de realizar la fotosíntesis. Esta bacteria puede ser cultivada por los seres humanos. Para crecer necesita pequeños charcos, entornos salinos y suelos alcalinos, lo que dificulta el crecimiento de cualquier vegetal. Por este motivos, solo puede ser conreada en lugares específicos. Por otra parte, es resistente a las malas condiciones del medio y su producción es mucho más barata que la de un cereal.
Beneficios de la espirulina
La espirulina es conocida por su gran cantidad de proteínas. Tiene cuatro veces la proteína de un huevo y mucha más que un filete de carne de buey. Además, tiene una enorme cantidad de micronutrientes, vitaminas A, B1, B2, B3 y B5 y minerales como el magnesio o el hierro.
Es muy beneficiosa para personas que sufren anemia, pues incrementa la hemoglobina y mejora la calidad de la sangre. Además, fortalece el sistema inmunológico, incrementando la producción de anticuerpos y citoquinas. El alto contenido en vitaminas del grupo A y B le otorga propiedades positivas para la visión, el cabello y la piel.
Por otra parte, facilita la pérdida de peso, ya que es saciante y, además, un poderoso estimulador del metabolismo.
A pesar de ello, la proporción de estos nutrientes es muy elevada en raciones de 100 gr. Por este motivo, se debe tomar de forma prolongada para beneficiarse de forma constante.
Por otra parte, no está recomendada para personas que padezcan de hipertiroidismo o problemas de riñón, debido a su alto contenido en proteínas.
Cómo tomar la espirulina
La espirulina se puede adquirir en cápsulas o en formato polvo para añadir a nuestras comidas. El formato en cápsula es más cómodo y lo puedes llevar allá donde vayas, mientras que el formato en polvo está indicado como complemento de recetas o para elaborar batidos, mezclada con leche vegetal, agua o zumo de frutas.
La espirulina puede provocar algunos efectos secundarios parecidos a la desintoxicación y la depuración. Estos están relacionados con el aparato digestivo, causando nauseas, vómitos, malestar abdominal o pérdida de apetito. Por ello, es recomendable empezar con dosis pequeñas e incrementarlas a medida que nuestro cuerpo se acostumbra.
La dosis recomendada para un adulto es de 3 a 6 gramos diarios. Es recomendable iniciarse con una cápsula de 500 mg a 1 gramo media hora antes de las comidas, especialmente si el objetivo es perder peso. Si el propósito es mejorar la nutrición de nuestro organismo, se puede tomar a cualquier hora del día, incluso antes de ir a dormir.
Como suplementación deportiva, se recomienda tomar 5 gramos diarios de espirulina, aunque deportistas de élite o que realicen mayor esfuerzo muscular pueden requerir hasta de 10 gramos diarios.
Para los más pequeños de la casa, se recomienda de 1.5 a 3 gramos diarios. Es un excelente complemento natural para prevenir o erradicar deficiencias en la nutrición de niños y niñas. De todos modos, siempre recomendamos acudir a un médico antes de suministrar suplementos alimenticios a menores.
Otros superalimentos
Los superalimentos, donde incluimos la espirulina, son los alimentos que contienen más propiedades nutritivas de forma concentrada. Son fáciles de incluir en la dieta y poseen un sinfín de vitaminas, minerales y otros componentes que son muy beneficiosos para nuestra salud. La dieta que llevamos actualmente es muy mala: está formada (en su mayoría) por alimentos procesados o industriales, carentes de nutrientes y, algunos de ellos, perjudiciales para nuestra salud. Por ello, valorar la idea de introducir superalimentos en nuestra dieta es una muy buena opción.
Hay superalimentos muy conocidos, que ni siquiera pensaríamos que lo son. Algunos de ellos son muy asequibles y fáciles de preparar de forma sencilla, aunque otros no tanto. Aquí van unos cuantos.
Aceite de oliva virgen extra:
Es uno de los alimentos más saludables, rico en grasas monoinsaturadas. Ayuda a reducir el colesterol malo y la tasa de infartos, y es muy antioxidante. En mujeres, es beneficioso para prevenir el cáncer de mama.
Quinoa:
Es un cereal de apariencia parecida al arroz, aunque siendo granos redondos y más pequeños. Su composición y preparación también es parecida. Contiene proteínas de alto valor nutricional y es rica en fibra, incluso más que las legumbres. Uno de sus mayores puntos fuertes es que no contiene gluten y, por ello, puede ser consumida por la gran mayoría de personas.
Las legumbres también son superalimentos, y por ello deberíamos consumirlas mínimo tres veces a la semana.
Hojas y hortalizas verdes:
Se deberían consumir de forma diaria debido a su gran contenido en vitaminas y propiedades antioxidantes. Aportan clorofila y fibra, que ayudan a depurar el organismo. Además, son ricas en aminoácidos y ácidos grasos omega, que ayudan a prevenir el cáncer.
Cacao puro:
Es uno de los alimentos más antioxidantes que conocemos. Tiene efectos positivos para la salud, tales como el refuerzo del sistema inmunológico y la protección ante enfermedades degenerativas. Debemos matizar que hablamos de cacao puro o cacao en altas dosis, no de chocolate con leche o chocolate negro con poca cantidad de cacao.
Hay un montón de alimentos que, actualmente, se considera que deberían introducirse en la dieta. Semillas de todo tipo, como las semillas de chía, cáñamo o las bayas de goji y bayas de açai son antioxidantes y contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales. El ajo aporta muchos micronutrientes; y frutas como el limón o la naranja se coronan como reinas de la vitamina C. Especias como la canela, la cúrcuma o el jengibre previenen de enfermedades cancerígenas y cardiovasculares.
Te invitamos a que descubras más superalimentos y aprendas a incorporarlos en tu día a día y en tus comidas.