Slow Fashion vs. Fast Fashion: nuevas tendencias de la industria textil
El término slow fashion es la contraposición a la fast fashion, la moda rápida, aquella impulsada únicamente por las tendencias del momento y el consumismo más puro. La moda lenta o sostenible es más que una forma de comprar, se trata de la concepción que se tiene sobre el consumo de productos textiles. Es importante conocer su importancia actual y hacia donde avanzan las tendencias en moda.
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¿Qué es la slow fashion?
El concepto slow fashion nació para oponerse al modelo de producción masivo, típico del fast fashion. Uno de los principales problemas de la industria textil es que es una de las más contaminantes, ya que produce cantidades enormes de productos textiles sin tener en cuenta los residuos que genera y el impacto medio ambiental y social de cada acción.
La moda lenta, por lo contrario, trata de ser más respetuosa con el entorno y con los recursos disponibles, que cada vez son menos. Esta tiene el objetivo de involucrar a los consumidores, a las marcas y a los diseñadores para que avancen juntos hacia un futuro más verde, donde los modelos de producción y de consumo cambien. Las prendas, además de ser más exclusivas, se confeccionan mediante procesos más artesanales. Eso sí, dado que la calidad de los tejidos y de la confección es mayor, el precio también lo es. No es un tipo de moda al alcance de cualquier persona; sin embargo, cada vez hay más marcas que se suman a esta tendencia y tratan de sacar líneas de productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y con los trabajadores.
Características de la slow fashion
- La calidad de las prendas es superior, ya que están confeccionadas con el objetivo de que sean más duraderas.
- Los tiempos de producción son más lentos, por lo que la reposición de stock suele ralentizarse; a veces, ni siquiera se fabrica otra tanda de una prenda determinada.
- La producción de stock, a su vez, suele ser acotada y atemporal. En algunos casos la producción está sujeta a pre-orders, es decir, se produce la cantidad exacta que demandan los clientes.
- Se busca reducir la huella de carbono generada por cada prenda fabricada.
- Trata de generar la menor cantidad de desechos posibles, lo que también es conocido como zero waste.
Por otro lado, la slow fashion o moda sostenible también trata de garantizar que los trabajadores de la cadena de producción reciban un salario justo y unas condiciones laborales adecuadas.
¿Cuál es el problema de la fast fashion?
La fast fashion promueve un modelo de negocio donde se producen cantidades enormes de ropa, en muy poco tiempo y a bajo coste. Es típico de las cadenas de ropa que venden prendas baratas, pero de baja calidad, y que se adaptan constantemente a los cambios en las tendencias de moda. La ropa que se produce suele ser de temporada, con lo que es posible que al año ya “no esté de moda” o se haya estropeado con facilidad. Además, en muchos casos los diseños suelen “plagiarse” de grandes diseñadores.
La moda rápida, además de suponer más costes a largo plazo para el consumidor, perjudica mucho al medio ambiente. La ropa no se desintegra por sí sola; se acumula en los vertederos y requiere de diversos procesos para reutilizarla o desecharla. Por otro lado, los trabajadores que forman parte de este tipo de industria textil suelen trabajar en condiciones precarias y percibir sueldos bajos. Es habitual que sean niños y niñas y adultos en situación de pobreza quienes fabriquen este tipo de prendas.
Etiqueta:moda, moda sostenible, slow fashion