La importancia de la cultura empresarial
La cultura empresarial es uno de los conceptos más importantes en cuanto a las organizaciones. Es el profesional de Recursos Humanos quien debe trabajarla y conocer su dimensión. Las nuevas metodologías de trabajo y la implementación de tecnologías ha propiciado la aparición de nuevas estructuras en las organizaciones.
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Índice de contenidos
¿Qué es la cultura empresarial?
La cultura empresarial está formada por un conjunto de normas, valores, creencias y formas de actuar, pensar y sentir que comparten los miembros de una organización. Esta se forma a partir de los hábitos y comportamientos que los miembros de una empresa adquieren en el día a día. Por otra parte, la identidad corporativa, el trato con los proveedores o la atención al cliente también forman parte de dicho concepto.
La importancia de la cultura empresarial es muy evidente. Dos de cada tres directivos afirman que es un factor tan o más importante que la estrategia de la compañía o el modelo operativo de esta. Cada organización goza de su propia cultura empresarial, que le otorga personalidad propia y la diferencia del resto de empresas.
Elementos que la forman
Simbología
Cuando hablamos de símbolos en la cultura empresarial, nos referimos a aquellas personas que personifican el potencial de la empresa y que son fuente de motivación para el resto. Los símbolos, también llamados “héroes”, actúan como un referente y su función es principalmente comunicativa y de liderazgo.
Valores y creencias
Las creencias de una empresa están formadas por las ideas que esta tiene acerca de su situación en el mercado; así como la misión y los futuros pronósticos. A partir de dichas creencias, los miembros de la organización se comportan de determinada forma.
Los valores de una empresa, por otro lado, constituyen los principios, normas y modelos que rigen el comportamiento compartido de los miembros de la organización. Dentro de dichos valores, podemos encontrar conceptos relacionados con la tolerancia, el respeto, la igualdad de oportunidades y la no discriminación, entre otros. Cuando sumamos creencias y valores, obtenemos la ideología.
Comunicación
La cultura empresarial se ve reflejada en la comunicación interna y externa de la empresa. Esto significa la forma en la que se comunica la compañía con sus empleados, con sus clientes y sus proveedores, entre otros. En esta categoría también se incluyen los tipos de medios, formales o informales, utilizados para transmitir la información.
El lenguaje, por otro lado, es uno de los aspectos que forman parte de la comunicación de una empresa. Es clave para conocer su cultura y quienes lo utilizan.
Estructura
La estructura de una empresa comprende el conjunto de normas que rigen el funcionamiento de la organización. Por otro lado, también determina el grado de supervisión y/o control que se debe aplicar para el cumplimiento de dicho reglamento. La autonomía individual es un concepto que se refiere al nivel de delegación, independencia y participación de los miembros de la organización; y está estrechamente relacionado con la cultura de una empresa.
Identidad, misión y visión
La misión y la visión de una empresa son conceptos propio de la responsabilidad social corporativa de la misma. Definen su ideología y, en consecuencia, su forma de actuar y de trabajar. Recientemente las empresas han adoptado modelos sostenibles con el medio ambiente y respetuosos con la sociedad, que fomentan la igualdad de oportunidades, la defensa de los derechos humanos y la no discriminación, entre otros. Respecto a la identidad corporativa de una empresa, esta está ligada a la imagen de marca.
Rituales
Los rituales hacen referencia al conjunto de actividades, rutinas o eventos programados que la empresa realiza en momentos clave. Son la oportunidad perfecta para comentar la cultura empresarial y la comunicación entre los miembros de una organización. Por ejemplo, algunas empresas tienen rituales de iniciación para sus nuevos empleados, o de despedida para aquellos que abandonan su puesto de trabajo.
Tipos de cultura empresarial
Cultura autoritaria
En este tipo de empresas, el poder de decisión está muy concentrado y centralizado en la dirección. Todos los procesos tienen que ser supervisados por una o varias personas; y la capacidad de los trabajadores para desarrollarse se ve muy limitada.
Cultura burocrática
La cultura burocrática está basada en el procedimiento y la metodología de trabajo. En este tipo de cultura tienen que haber un conjunto de normas que determinen los niveles de libertad en la actuación de los empleados. No suele ser un modelo muy eficaz, ya que se resiste al cambio e induce a la desmotivación. Sin embargo, es viable en cuanto a orden, control, seguridad en los procesos y calidad.
Cultura por objetivos
En la cultura por objetivos se incide en la competitividad y la participación para alcanzar el éxito. Su principal rasgo característico es la exigencia en la obtención de resultados. A veces puede ocasionar estrés, ya que los trabajadores pueden trabajar bajo presión para alcanzar los objetivos impuestos en un breve período de tiempo; y, por otro lado, el mero hecho de pensar en si se podrán alcanzar o no genera angustia.
Cultura de la motivación
La cultura de la motivación está estrechamente relacionada con la cultura por objetivos. Este tipo de cultura se centra en fomentar la motivación en el equipo, para que aumente su productividad y su satisfacción laboral. Uno de los factores que garantiza el éxito de esta cultura es el estilo directivo y la comunicación de los empleados con mayores responsabilidades hacia los trabajadores más novicios.