La dietoterapia y sus principales dietas
Todos hemos oído hablar alguna vez de la dietética, pero puede que de la dietoterapia hayamos oído más bien poco. La dietoterapia también se basa en las pautas nutricionales pero, en este caso, está enfocada al tratamiento de enfermedades o trastornos relacionados con la alimentación. Forma parte del grupo de dietas terapéuticas, que pueden curar por sí mismas o ser complementarias a un tratamiento con medicación.
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Índice de contenidos
¿Qué es la dietoterapia?
Muchas enfermedades están relacionadas con la alimentación, ya sea debido a la falta o al exceso de determinados nutrientes. La dietoterapia aplica las nociones sobre nutrición a los problemas relacionados con la alimentación. Se centra, principalmente, en modificar la alimentación habitual en respuesta a las necesidades de cada paciente, ya sea introduciendo nuevos alimentos o eliminando aquellos que perjudican el estado de salud del paciente. La dietoterapia forma parte de las llamadas dietas terapéuticas, que son las indicadas para el tratamiento de ciertas enfermedades; por ejemplo, la diabetes, la obesidad o la hipertensión. La dietoterapia se utiliza para curar dichas enfermedades o para complementar el tratamiento farmacológico u otro tipo de terapia.
¿Qué características debe tener una dieta?
- El punto más importante es que una dieta no debe ser perjudicial para la salud física o mental de una persona.
- Las dietas tienen que ser equilibradas e incluir nutrientes de todo tipo. Por lo contrario, sería perjudicial para nuestra salud.
- Las modificaciones en los hábitos alimenticios deben ser progresivos y prudentes, y adecuarse a cada caso.
- No se recomienda elaborar una lista de prohibiciones en cuanto a la dieta. Al contrario, la prescripción de esta tiene que ser positiva y recomendar una ingesta adecuada de nutrientes.
¿Cuál es el objetivo de la dietoterapia?
En la actualidad cada vez se dan más casos de enfermedades relacionadas con la nutrición. Esto se debe a un consumo excesivo de alimentos precocinados, con elevado contenido de azúcares y grasas saturadas, entre otros. Además, una mala alimentación prolongada en el tiempo cronifica dichas enfermedades. Por otra parte, una gran cantidad de enfermedades coronarias y cancerígenas también se pueden atribuir a una mala alimentación. La dietoterapia tiene por objetivo modificar los malos hábitos alimenticios y promover una alimentación equilibrada y saludable. Además, también pretende concienciar y educar sobre los diversos nutrientes.
¿Tiene alguna contraindicación?
Cabe destacar que cada persona tiene unas necesidades nutricionales determinadas. Por ello, cada dieta debe estar diseñada especialmente para cada paciente. Las personas que tienen afecciones médicas, intolerancias o alergia a determinados alimentos tienen que ser aún más precavidas respecto a su alimentación. Es importante recordar que no hay que seguir ninguna dieta a la ligera, sin mayor conocimiento que el que hemos leído en Internet o en una revista. Hay una gran cantidad de dietas que están “de moda” y realmente son peligrosas para la salud.
Tipos de dietas terapéuticas
Las dietas terapéuticas también son conocidas como dietas hospitalarias, ya que al estar relacionadas con determinadas enfermedades, se prescriben habitualmente en hospitales y consultas médicas.
1. Dieta con restricción calórica
Las dietas de restricción calórica, también llamada dieta modificada en calorías. Está indicada para la pérdida de peso, pero sin descuidar ningún nutriente. Las dietas hipocalóricas son de 1000 kcal, 1500 kcal y 1800 kcal. Suelen ser habituales en pacientes con sobrepeso u obesidad.
2. Dieta con restricción glucémica
Este tipo de dietoterapia está enfocada a restringir, no solo las calorías diarias, sino la cantidad de carbohidratos. La siguen, habitualmente, aquellas personas que tienen diabetes, y las dietas se basan en 1000 kcal, 1500 kcal o 1800 kcal.
3. Dieta con modificación de proteína
Las dietas proteicas están orientadas a aumentar o reducir la ingesta de proteínas. Distinguimos:
- Dieta hipoproteica. Se ingiere entre 20 g y 40 g de proteína al día. Suele prescribirse a pacientes con enfermedad renal.
- Dieta hiperproteica. Contraria a la anterior, este tipo de dieta pretende aumentar la cantidad de proteínas ingeridas. Suele ser habitual en pacientes desnutridos, con infecciones, cáncer o VIH.
- Sin gluten. El gluten es una proteína presente en los cereales, entre otros. Las dietas sin gluten son prescritas a las personas celíacas, es decir, intolerantes al gluten.
4. Dieta con modificación de lípidos
- Dieta hipolipídica. Está indicada para pacientes con colesterol y triglicéridos altos. Consiste en reducir la ingesta de lípidos.
- Dieta de protección biliopancreática. Está indicada para aquellas personas que presenten enfermedades de la vesícula biliar o pancreatitis. Se restringe notablemente la ingesta de grasas.
5. Dieta con modificación de fibra
- Dieta sin residuos. Este tipo de dieta es baja en fibra, lactosa y grasas de todo tipo. Se utiliza para tratar pacientes previamente a operaciones del colon que requieran una limpieza del intestino grueso.
- Dieta astrigente. Es otro tipo de dieta sin residuos, pero orientada a curar o mejorar gastroenteritis y otras enfermedades que provoquen diarrea.
- Dieta laxante o rica en residuos. Este tipo de dieta está orientada a aumentar la ingesta de fibra y de líquidos. Es habitual en casos de estreñimiento.
6. Dieta de progresión
- Dieta líquida. Está indicada para aquellas personas que necesiten poca estimulación gastrointestinal o estén pasando de la alimentación parental a la oral. Se basa en la administración de alimentos líquidos a temperatura ambiente; por ejemplo sopas, caldos o zumos.
- Dieta semilíquida. Está basada en alimentos de textura líquida y pastosa o triturados; por ejemplo el yogur, la gelatina o los purés.
- Dieta blanda. Se utiliza habitualmente cuando hay que transicionar de una dieta semilíquida a una dieta normal. Los alimentos son de textura blanda pero enteros, y con bajo contenido de fibras y grasas.