¿Existe una fórmula secreta para ser feliz?
La felicidad es un concepto muy relativo, y ser feliz aún lo es más. No hay estudios científicos que dictaminen cuándo es feliz o no una persona, ni de qué forma puede serlo más o menos. En la felicidad hay involucradas cosas tangibles e intangibles. Hay personas que son felices sabiendo que tienen un techo donde dormir, comida que comer y alguien a quien amar. Hay personas, sin embargo, que necesitan mucho más; tener un trabajo exitoso o coleccionar logros profesionales, por ejemplo. Sin embargo, hay otros elementos que no podemos ver, como la salud mental, que influyen con fuerza en lo que entendemos por “felicidad”.
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¿Ser feliz es cuestión de actitud?
La felicidad siempre ha sido uno de los estados mentales más perseguidos por el ser humano a lo largo de la historia, y ha sido representada por la ciencia, por la literatura y por el arte, entre otros. La definición tampoco es clara, dada la subjetividad de la cuestión. Desde un punto de vista cognitivo, la felicidad se traduce en una serie de pensamientos sobre nuestras emociones que, al contrario de entristecernos, nos producen bienestar. Sin embargo, cada persona, según la cultura en la que haya crecido así como sus experiencias personales, conforma su propio concepto de felicidad.
Según la ciencia, existen actividades, conductas, gestos y actitudes que nos pueden hacer más felices. Se trata también de la inteligencia emocional, una capacidad que nos permite identificar y gestionar nuestras emociones y sentimientos. De esta forma, podemos actuar con conciencia y valorar las consecuencias de nuestro comportamiento, sin dejarnos llevar por la negatividad. Aunque como hemos dicho anteriormente, ser feliz no depende únicamente de querer serlo, pero sí podemos realizar algunas actividades que nos ayudarán a estabilizar nuestro estado de ánimo y aumentaran la producción de serotonina, conocida también como la hormona de la felicidad.
¿Cómo podemos contribuir a ser felices?
Invierte el tiempo en cosas que te aporten bienestar
Parece fácil decirlo, pero no lo es. Hay muchas actividades que podemos hacer diariamente y no tenemos tiempo para todo. Por eso, tenemos que potenciar aquellas que nos aportan mayor bienestar, que nos hacen sentir motivados y que nos dan ganas de seguir mejorando. Una vez sepamos qué hacer en nuestro tiempo libre, tenemos que aprender a organizarnos para poder practicarlas todas al menos una vez por semana.
Plantea objetivos de forma tranquila
Hay que tener cuidado a la hora de establecer metas. Indistintamente si los objetivos planteados son a corto, medio o largo plazo, tenemos que ser capaces de controlar la ansiedad que nos produce la no inmediatez de las cosas. Habrá objetivos que requerirán más tiempo, esfuerzo y trabajo que otros. Es importante aprender a dedicar el tiempo necesario a cada situación y no apresurarnos por obtener resultados. Lo bueno no siempre llega rápido. Además, también tenemos que ser conscientes de que nuestras metas tienen que ser realistas y acorde a nuestras posibilidades. Por eso, ser feliz también consiste en conocer nuestros límites y saber aprovechar nuestro potencial.
Enfócate en el presente
A pesar de que todas las personas nos planteemos, en algún momento de nuestras vidas, un objetivo a medio o largo plazo, también es importante prestar atención al presente y no vivir ni en el pasado ni en el futuro. Si vivimos en el pasado, este nos atenaza y nos impide avanzar; y, si vivimos en el futuro, este nos angustia y nos impide progresar. Fantasear sobre cosas que aún no han pasado y preocuparse de más no contribuye para nada a nuestro objetivo de ser feliz.
Trabaja tu autoestima
La autoestima es, probablemente, uno de los aspectos más importantes para lograr la felicidad. El afecto es fuente de felicidad, y en lugar de buscarlo en objetos materiales u otras personas, tendríamos que buscarlo en nosotros mismos. Es muy importante trabajar el amor propio y apreciar nuestras cualidades. Si tenemos una buena autoestima también seremos capaces de hacer frente, de mejor forma, a los obstáculos que se presenten en nuestro camino. Además, nuestras relaciones interpersonales serán más estables y positivas.
Invierte más tiempo en tus seres queridos
Actualmente, la soledad es considerada un grave problema social que afecta especialmente a las personas mayores de 65 años. Pasar tiempo con nuestros seres queridos, amigos, familia o conocidos, nos ayuda a ser feliz. The Longevity Project recoge, entre sus páginas, el hecho que las relaciones con los demás son una parte fundamental para vivir una vida feliz. En las personas de nuestro entorno podemos encontrar apoyo, aficiones en común y confidentes con quien compartir lo bueno y lo malo que nos ocurre en el día a día.
Sal a calle
Puede sonar estúpido, pero muchas personas se encierran en sus hogares cuando no se sienten felices. Salir a la calle, sobretodo los días donde luce el sol, es un estímulo muy positivo tanto para nuestra mente como para nuestro cuerpo. El sol estimula las funciones endocrinas y aumenta la producción de serotonina.
Adopta una mascota
Los perros y los gatos son los mejores animales de compañía que el ser humano pueda tener. Requieren cuidados y, aunque no lo creas, ellos también te cuidan a ti. Tu mascota se convertirá en tu mejor amigo o amiga, con quien compartirás días, juegos y paseos. El cariño de un animal es uno de los mejores antídotos contra la soledad y, además, su compañía nos transmite felicidad. Y si crees lo contrario, es porque aún no lo has experimentado.
Practica ejercicio
La práctica habitual de ejercicio aumenta nuestros niveles de energía a la vez que reduce los del estrés. Además, nos hará sentir mejor a nivel físico, lo cual puede aumentar nuestra autoestima. Por otro lado, el deporte ayuda a liberar químicos del cerebro como las endorfinas, que también contribuyen a formar la “sensación” de felicidad. No es necesario que salgas a correr cada día durante una hora. Puedes practicar diversas disciplinas, probar hasta encontrar las que mejor te sienten y dedicar, al menos, varios días a la semana a ejercitarte.