Las 5 fases de la sesión de coaching
La primera sesión de coaching es una de las más importantes de todo el proceso, ya que supone la primera toma de contacto entre el coach y su cliente. En esta primera fase se empieza a construir la sintonía entre el profesional y el coachee, y se definen los objetivos generales que se quieren conseguir con el coaching. Estas sesiones se dividen en varias etapas, cada una de ellas enfocada a un objetivo concreto. Te lo explicamos en este blog.
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Índice de contenidos
¿Qué es el coaching?
El coaching es un proceso de entrenamiento mental (o físico) que trata de explorar las creencias e ideas propias y desarrollar el autoconocimiento. La finalidad de una sesión de coaching puede ser diversa, ya que existen varios tipos de coaching: deportivo, empresarial, personal, profesional, etcétera. Por ejemplo, el objetivo del coaching deportivo es proporcionar acompañamiento para identificar aquellas emociones o pensamientos que perjudican el rendimiento y mantener la motivación en alza. Por otro lado, el coaching directivo busca potenciar las habilidades de liderazgo de una persona que tenga tareas directivas a su cargo.
Esta disciplina actúa como un vínculo entre la situación actual de la persona y la situación donde realmente quiere estar. Proporciona las herramientas necesarias para trabajar las debilidades y potenciar las fortalezas. Además. una sesión de coaching puede dirigirse a cualquier persona, desde adolescentes hasta adultos. Está indicada para todo aquel que quiera mejorar sus habilidades y desatar su potencial para alcanzar las metas que se proponga.
¿En qué consiste una sesión de coaching?
Un proceso de coaching está formado por varias sesiones, cuya duración es de 60 a 90 minutos en la mayoría de los casos, y se llevan a cabo de forma semanal o quincenal. En todo proceso se requiere una fase de análisis de la situación inicial del cliente para, a partir de allí, diseñar una estrategia para dirigir las sesiones hacia los objetivos propuestos. Esta estrategia está formada por una serie de recursos y técnicas que garanticen la obtención de resultados. A continuación, te explicamos la estructura básica de una sesión de coaching.
Estructura de una sesión de coaching
1. Vaciado y bienvenida
Puede que durante el transcurso de la jornada, antes de asistir a una sesión, hayas tenido muy mal día. El jefe se ha enfadado contigo en el trabajo, has quemado la comida al mediodía y, por si fuese poco, te has caído por las escaleras porque ibas despistado. Toda sesión de coaching debe empezar con un proceso de vaciado y de bienvenida. En el vaciado, el cliente tiene que compartir con el coach lo que tiene en la cabeza y que le podría suponer un impedimento para concentrarse. Esto puede ser tanto el malestar de las experiencias vividas durante el día como un tema personal al que no puedas parar de darle vueltas. Por otro lado, también hay que asegurarse de que el cliente se siente cómodo. A medida que el proceso avance, el coach tendrá mayor conocimiento sobre sus costumbres sociales, pero no está de más asegurarse de que se encuentra cómodo desde el principio.
2. Repaso
A continuación, se repasa la sesión anterior (en caso de que no sea la primera sesión que se realiza) y se proporciona feedback sobre las acciones llevadas a cabo con anterioridad. También se resuelven las dudas que hayan podido quedar y se brindan alternativas si es necesario. Esta fase tiene una duración de 10 a 15 minutos, que puede ser menos si el cliente no tiene ninguna duda que resolver.
3. Definición de objetivos
Sin un objetivo claro las personas se mueven sin saber muy bien hacia dónde van. Cuando alguien quiere cambiar determinados aspectos de su vida tiene que fijarse objetivos, ya sea a corto, medio o largo plazo. En esta fase se plantean los objetivos de la sesión de coaching y se conocen las herramientas o las técnicas que se utilizarán para su consecución. Tiene una duración más corta que la fase anterior.
4. Preguntas y ejercicios prácticos
En esta etapa el coach debe realizar una serie de preguntas al cliente para tener mayor conocimiento sobre su situación o retarle a resolver determinados problemas. También es la fase donde se llevan a cabo los ejercicios prácticos o las técnicas de coaching para alcanzar los objetivos propuestos.
El coach puede mandar “deberes” para que el cliente los haga durante la semana o la quincena. Estas actividades tendrán relación con la sesión anterior y se tratará de perfeccionar las habilidades aprendidas. El coachee tiene que comprometerse a realizar dichas actividades. También se programa la siguiente sesión.
5. Conclusión
En esta última fase se realiza una valoración de la sesión de coaching y se extraen unas conclusiones. Estas servirán para identificar las fortalezas y las debilidades de las actividades y del coachee. También ayudarán a planificar la siguiente sesión y a ver qué aspectos se pueden mejorar.
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